Háblame con tu mirada, con esos ojos castaños que tengo la certeza que tienen la fuerza para traspasar todo lo existente en mi..
Háblame con tu risa, risa provocada por mi propia estupidez e inocencia, risa que me hace a mi también sonreír e incluso reír a carcajadas..
Háblame con tus manos, aquellas que encuentran calidez sólo con las mías, manos que fueron hechas para tocar mi piel y acariciarme.. y por último háblame con tus besos, besos que nos lleven a tres metros sobre el cielo y que no nos dejen bajar de ahí..
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